viernes, 29 de marzo de 2013

LA TORRE NEGRA

 
CAPÍTULO 4
 
 
Cuando Ric pronunció su nombre, Damien se echó hacia atrás bruscamente como si, de repente, la piel del muchacho le quemara.

—Será mejor que te vistas —dijo con su profunda voz algo temblorosa.

Ric se levantó rápidamente de su regazo con el rostro ardiendo de vergüenza al darse cuenta de que había pronunciado el nombre en voz alta. Se apresuró a recoger sus ropas esparcidas por el suelo y se las puso sin levantar la vista hasta que el vampiro volvió a hablar.

—Ve a asearte —su voz volvía a ser tan firme y fría como de costumbre—. Después hablaremos de eso que tanto ansías obtener.
Ric sólo pudo inclinar la cabeza en un gesto de asentimiento antes de seguir al sirviente que le hacía señas para que lo acompañara. El joven criado lo llevó hasta una estancia de planta circular, en cuyo centro había una enorme bañera de cobre con cuatro patas que imitaban las garras de un león. El suelo y las paredes eran de mármol verde y la única ventana estaba cubierta por unas gruesas cortinas de terciopelo de un tono verde más oscuro. 

La amarillenta luz de decenas de velas se reflejaba en el pulido suelo convirtiendo las vetas del mármol en ondas tan semejantes a las olas del mar que el joven se sintió casi mareado.

—¿Os encontráis bien, mi señor? —preguntó el sirviente sujetándole del codo para ayudarle a recobrar el equilibrio.

—Sí, gracias. Sólo ha sido un pequeño mareo —respondió Ric fijándose por primera vez en el joven criado.

Parecía algo más joven que él, pero su nariz pecosa y su sonrisa pícara, le conferían el aspecto de un chiquillo travieso. Sin embargo, lo que más llamó la atención de Ric fueron sus ojos. Uno era castaño oscuro y el otro tan verde como las hojas de los árboles. Y ambos brillaban alegremente bajo una mata de cabello rojo llameante.
—¿Cómo te llamas? —preguntó Ric repentinamente interesado en conocer mejor al joven sirviente.

—Me llamo Dewin, mi señor.

—¿Hace mucho que trabajas aquí?

—Algo más de un año.

—¿Y cómo…? —la llegada de dos criados cargados con una enorme olla llena de agua hirviendo interrumpió la pregunta de Ric.

Poco después aparecieron otros dos criados más y vaciaron su olla con agua más fresca en la bañera dejándola lista para que Ric pudiera bañarse. Pero el joven ni siquiera lo notó porque acababa de darse cuenta de que cada uno de los criados tenía una peculiaridad que lo hacía diferente del resto de las personas.

Uno de ellos tenía una mancha de color morado que le cubría la mitad del rostro; las manos de otro estaban deformadas de tal forma que parecían las pinzas de un cangrejo; el tercero de los criados mostraba a cada lado de su cabeza dos pequeños cuernos retorcidos y el último tenía una joroba tan grande que no le permitía erguirse en toda su estatura. El joven se preguntó por qué Damien tomaría a su servicio a esa colección de seres marcados, deformes… ¿Quizá su retorcido sentido del humor encontraba divertidas esas raras peculiaridades?¿O podía haber otra explicación…?

 —Si me permitís, mi señor —las manos de Dewin retirando la casaca de su esbelto torso, sacaron al joven de sus pensamientos.

—Puedo hacerlo yo solo —murmuró azorado.

—Lo sé, mi señor —sonrió el pelirrojo al tiempo que hacía un gesto a los otros criados para que abandonaran la habitación— pero es un placer para mí serviros.

Con hábiles dedos desató los cordones del pantalón de Ric y éste cayó al suelo dejando al descubierto el pene orlado de suave vello castaño claro. El joven se apresuró a sacar los pies de las perneras del pantalón para meterse en el agua caliente.

Un suspiro de puro deleite brotó desde lo más profundo de su ser cuando su cuerpo se sumergió en la acogedora calidez. A través de una espesa nube de vapor que empañaba su visión, vislumbró la silueta de Dewin buscando algo en una hornacina llena de frascos de cristal.

—¿Preferís sándalo o cedro, mi señor? 
—No acostumbro a usar perfumes.

—Entonces cedro —decidió el joven sirviente— es una fragancia muy sutil que no ofenderá vuestro olfato.

Regresó a su lado con un frasco de cristal e instantes después, sintió sus manos frotando suavemente sus hombros.

—Yo puedo…

—Estoy aquí para serviros, mi señor. Sólo tenéis que cerrar los ojos y disfrutar. 
Como por ensalmo, esas palabras consiguieron que los tensos músculos de Ric se relajaran e incluso sus ojos se le cerraron en contra de su voluntad.

Las manos de Dewin masajeando sus hombros le hicieron recordar otras manos más grandes y fuertes frotando su piel, pellizcando sus pezones… y su polla comenzó a reaccionar. Sin embargo, consiguió hacer retroceder esos inoportunos recuerdos al fondo de su mente haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad.

Quería preguntarle a Dewin por qué Damien enviaba a un criado para servirle después de todas las humillaciones por las que lo había hecho pasar, pero tenía la lengua pegada al paladar y su cuerpo parecía flotar entre las nubes de vapor. Y poco a poco, casi sin darse cuenta, fue hundiéndose en la inconsciencia.

Una ráfaga de aire frío sobre su piel, le trajo de vuelta a la realidad. Ya no estaba en la bañera sino sobre el suelo de piedra de sus anteriores pesadillas. Lentamente abrió los ojos para encontrarse inmerso en las más oscuras tinieblas. Enseguida empezó a notar numerosas manos recorriendo su cuerpo desnudo; algunas eran pequeñas y delicadas y su toque era tan ligero que hacían que su piel hormigueara de placer. Otras, sin embargo, poseían afiladas garras que abrían surcos en su indefenso cuerpo. No podía saber a qué clase de criaturas pertenecían, de lo único que estaba seguro es que no eran humanas.

De pronto, unos fuertes dedos se apoderaron de sus muñecas alzando sus brazos por encima de su cabeza y sujetándolos contra el suelo con firmeza. Otras dos manos aferraron sus tobillos abriéndole las piernas de tal forma que Ric pensó que se le iba a dislocar la cadera.

Sentía dedos pellizcando sus pezones, frotándolos y volviendo a apretarlos hasta que estuvieron duros y sensibles. Una mano suave y caliente se adueñó de sus testículos masajeándolos y consiguiendo arrancar el primer gemido de placer de la garganta del joven.

—“No debo dejarme llevar por estas sensaciones” —se reprendió a sí mismo recordando las palabras de Yuri.

En ese momento, unos dedos largos y delgados se introdujeron en su boca, recorriendo su interior, rozando su lengua e incluso metiéndose por debajo de ella. Instantes después la abandonaron para cerrarse en torno a su pene, que ya estaba casi erecto y comenzó a frotarlo. Cuando el pulgar se apoyó sobre la punta de su dolorida polla y, con un movimiento circular, esparció el líquido pre-seminal que estaba rezumando, Ric tuvo que morderse con fuerza los labios para no dejar escapar un quejido de necesidad.

Justo entonces, las manos que sujetaban sus tobillos, levantaron sus piernas hasta que estuvieron apoyadas contra su pecho y la mano que había estado masturbando su pene, se arrastró hasta su ano expuesto. Al instante, otra mano más grande y áspera ocupó su puesto y continuó frotando la polla con energía.

Esos dedos largos y delicados, húmedos por la saliva y el fluido pre-seminal de Ric, comenzaron a acariciar lentamente su agujero y, tras unos instantes, dos de ellos se introdujeron profundamente en su interior. Se movieron hacia adelante y hacia atrás unas cuantas veces y luego se doblaron para alcanzar su punto de placer. Ric arqueó la espalda y lanzó un profundo gemido. Esos dedos en forma de gancho golpeaban sin piedad y la mano que le frotaba la polla, se movía al mismo ritmo provocándole estremecimientos incontrolables.

De pronto, los dedos que invadían su interior retrocedieron y Ric no pudo evitar lanzar un gruñido de protesta cuando su palpitante conducto quedó vacío. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que sólo lo habían abandonado para meter un dedo más. Ahora sentía una tirantez en el intestino ocupado por los tres dedos, pero la sensación se diluyó enseguida, reemplazada por el placer que sentía hormigueando por todo su cuerpo con esas manos acariciándole, masturbándole con turbadora maestría y, sobre todo, por esos dedos que se curvaban en su interior hasta hacerle sollozar de puro deleite.

Su polla estaba tan dura como el mármol, pero la mano, áspera y fuerte, que lo masturbaba le presionaba con firmeza la base de la verga cada vez que el joven estaba a punto de derramarse.

Unos instantes después, notó cómo un cuarto dedo pugnaba por unirse a los otros tres que exploraban sus entrañas. Durante unos momentos, los habilidosos dedos se movieron acompasadamente, pero enseguida empezaron a abrirse estirando las paredes del intestino para dejar sitio al último dedo. Ric se tensó cuando se dio cuenta de que ya no eran unos dedos delgados lo que intentaba introducirse en él, sino una mano entera la que avanzaba despacio pero con implacable resolución.

—¡No! —gritó intentando revolverse lleno de pánico pero las manos que sujetaban sus muñecas y tobillos le impedían moverse y Ric cerró los ojos con fuerza esperando el inevitable desgarro.

Sin embargo, no sintió ningún dolor mientras la mano seguía su inexorable avance estirando con suavidad su conducto hasta presionar su próstata en un repentino toque, que hizo que todo su cuerpo se convulsionara de irrefrenable placer. Entonces notó cómo la mano se iba cerrando muy lentamente hasta convertirse en un puño que seguía golpeando su más recóndito punto de placer.

—“No es posible… me está follando con su puño y estoy disfrutando de cada instante… ¿Será verdad que para lograr mi deseo debo perder mi cordura…? 

El puño en su interior seguía moviéndose cada vez más rápido, haciendo que cualquier pensamiento racional de Ric se esfumara y sólo era consciente de ese placer arrebatador que hacía que todo su cuerpo temblara y se retorciera sin ningún control. Sus gemidos se convirtieron en desgarradores sollozos que parecían aglutinar el gozo que no podía evitar sentir su cuerpo y la vergüenza que acechaba en el último resquicio de su mente racional. Las gotas de sudor recorrían su frente y se quedaban unos segundos en sus cejas antes de seguir su trayecto por el rostro del joven y unirse a las irrefrenables lágrimas que surgían de sus ojos. Entonces, una mano, pequeña y delicada, le acarició con gentileza enjugando su llanto y pasando suavemente los dedos por sus labios. Ese simple gesto, hizo que Ric consiguiera recuperar el control de su mente y con un esfuerzo desesperado consiguió soltar sus muñecas del fuerte agarre.

Notó agua salpicando su rostro y al abrir los ojos vio que volvía a estar en la bañera y que su brusco gesto había hecho derramarse el agua por el suelo. Miró a su alrededor buscando a Dewin, pero la sala parecía vacía y, sin embargo, sentía que alguien le estaba observando. Se giró lentamente para encontrarse con Zhaoran que le miraba fijamente con una extraña expresión en su hermoso rostro.



24 comentarios:

  1. WIIWIii que chuloo! Me encanta como le empalan con el puño *-* Aunque habria que entrenar mucho para conseguir eso XD

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    1. Jajaja, ¡no lo destripes! Además, en realidad no le está pasando físicamente. Besosss.

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  2. Muy buen capítulo, y ahora que empieza a darse cuenta de lo que realmente pasa, que va a hacer? Y que pasa con los criados?. Muchas gracias.

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    1. Hola, Ilnag. Me alegro de que te haya gustado, no estaba segura de si me habría pasado un pelín. Besoss.

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  3. waaa! hace tiempo que no habia un capi nuevo de esta historia... me tiene muy intrigada y fue lo primero que lei cuando descubri el blog <3
    gracias! espero la continuacion con ansias!

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    1. Hola, Maite. La verdad es que lo tenía ya casi terminado en papel desde hacía tiempo, pero estaba un poco indecisa por si resultaba demasiado fuerte y por eso he tardado más en subirlo. Besoss.

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  4. Hola Minu, acabo de leer del tirón los cuatro capi... me he quedado perpleja, me he pasado el rato alternando entre la pena por Ric y el disfrute al verlo gozar de lo lindo. Reconozco que lo del puño me ha parecido demasiado, sobre todo por el efecto emocional que estaba teniendo en el pobre Ric, así que me alegro que solo fuera un juego mental, muy cruel sí, pero sin daño permanente.
    Seguiré pendiente de esta historia, me tiene intrigada.
    Espero que disfrutes del finde a lo grande.
    Besos

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    1. Hola, Ana. Sí, puede que me haya pasado un poco, pero Damien quiere arrebatarle la cordura y son necesarias medidas un poco drásticas. Besosss.

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  5. Hola Minu,gracias por el capitulo,que gran capitulo!!!!!!! ha mi que no me gusta leer por capitulos y con este no me puedo resistir,esas pequeñas manos y otras cosas que recorren el cuerpo de Ric hummmmmm,como de perverso es Damien,estoy deseando saber masssssssssssss,graciassssssss,feliz sabadooooooooo,besosssssss...

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    1. Hola, MLuisa. Pues Damien puede llegar a ser muuuy perverso, pero por suerte, Ric tiene un aliado... Besosss.

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  6. XD!XD!XD! Un nuevo capítulo, como los echaba de menoosss! Esta es mi historia favorita y ya creía que te habías olvidado de ella... Buenísimooo, me ha encantadooo y un poquitin fuerte jajaja Ahora sí que me estoy mordiendo las uñas "literalmente", por la impaciencia de saber que le va a ocurrir ahora a Ric, que nuevas maldades va a idear Damien (mira que me chifla este sexi vampiro) y saber más de este aliado de Ric (que creo que ya sé quien es), me gusta y me tiene super intrigada. Porfaaa no seas mala y no tardes mucho con el siguiente capi. Muchas gracias y miles de besoss guapísima

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  7. Hola, Pilarin. Qué bien que te haya gustado. Ya sé que soy lentaaaa, pero es que me gusta escribir en papel y al aire libre para inspirarme y con lo que ha estado cayendo aquí, se me habría mojado todo el papel antes de poder escribir ni una letra, jajaja. Como ya tengo en la cabeza todo lo que va a pasar en el siguiente capítulo, no creo que tarde tanto en actualizarlo, pero antes tengo otras historias que he prometido continuar como la de Agencia de detectives y la de Relaciones extrañas. Besosss.

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    1. Síííí, por favor, más de Relaciones Extrañas, me chiflan! Bueno, en realidad me encanta todo lo que escribes, adoro esa cabecita que tienes y todo lo que ideas con ella.... Y si hace falta, te envío un paraguas, Noooo! mejor una sombrilla con un montón de sol desde Valencia y cientos y cientos de folios y bolígrafos.... Así contribuyo un poco a la causa! jajajaja Feliz finde y miles de besoss guapísima

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    2. Jajaja, si eres capaz de mandarme sol desde Valencia, yo te escribiría tooooodo lo que quisieras ^-^

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  8. Que bien! otro capi de esta fantastica historia, me encanta lo retorcido de este relato, estoy deseando mas.
    Besoss

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    1. Hola, María. Sí, retorcido es un rato, jajaja. En cuanto pueda pondré el siguiente. Besoss.

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  9. Fina. Hola Minu WWWUUUAAAUUUU esta hot el capi, muchas garcias por compartir, besos, chao

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    1. Hola, Fina. Me alegro de que te haya gustado, estaba un poco dudosa con algunas cosas de este capítulo. Besoss.

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  10. No sabía que escribía también homoerótico, es como casi siempre actualizaba el de la amazona, creí que no, jajajja.

    No lo he leído todavía, es que en verdad me gusta leerlos cuando ya están terminados porque sino luego me quedo picada por saber como continuará y así, jajajaja.

    Pero por lo poco que he leío del primer capítulo me dice que será muy hot hot . jajaja. :)

    Saludos y besos.

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    1. Hola, Kenny. En realidad, todos los relatos que tengo aquí son homoeróticos excepto la Amazona. Pero, si te gusta leerlos cuando estén acabados, tendrás que esperar. Besoss.

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  11. gracias minu por el nuevo capitulo estoy deseando saber como lo continuaras besos

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    1. Hola, Teru. Espero no tardar mucho en actualizarlo. Besoss.

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  12. WWUUUUUUAAAA!!!!!

    lloró de frustración..
    Que pasara despues ?????????

    Te espero con ansias :(
    no me dejes asi XFVR

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    1. Hola, me alegro mucho de que te esté gustando y espero actualizar pronto. Besoss.

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